Se acerca el 31 de octubre, y si bien esta
fecha no es una celebración tradicional de mi país, la breve historia de este
gavetero se presta para honrar esta fiesta.
Si vieron el post
del escritorio azul de costura remodelado, se acordarán que antes del mismo yo tenía
un escritorio de metal y vidrio que decidí cambiar por el azul. Al no tener espacio para èl, lo ofrecí a varias personas en trueque de otro mobiliario. Al
final, mi tío Rafael el ebanista, lo aceptó como regalo para mi primo quien pronto se muda a su casa nueva. A cambio, quedamos en que me daría
un gavetero desmantelado que tenía en su taller esperando ser armado
nuevamente, que le había sido regalado por algún cliente
El escritorio viajó
a su casa, pero había que esperar que mi tío tuviera tiempo para ensamblar el
gavetero antes de que el mismo llegara a mi casa.
Por reparaciones,
el auto de mi tío ha estado las dos últimas semanas en el taller, por lo que aprovechó
para ponerse al día en los proyectos caseros y le tocò el turno al gavetero.
¡Sorpresa! Las gavetas del mismo no correspondían
al cuerpo, tenían distintas profundidades, el sobre superior original tampoco
estaba y había que colocarle nuevas patas.
Lastimosamente, como el mismo estaba en el
taller del tío nunca tuve la foto del estado original. Recibí a Frankie después de la cirugía extensa
de modificación de gavetas, trasplante de patas y donación de un sobre de extensión
de una mesa de comedor. Frankie llegó así
a casa.
Lijado, con fondo y
rieles nuevos. En principio para Frankie había
pensado pintar el cuerpo de blanco y a las gavetas, darles diferentes tonos de
tinte para resaltarlas. Sin embargo a
una de las gavetas resultó imposible retirarle toda la pintura blanca anterior con lija, y yo
no tengo líquido para despintar ni el deseo de invertir en su compra (tanto en tiempo como en economía). Por lo que decidí diluir la pintura blanca de
acabado de tiza casera que use en el cuerpo para hacer un wash en esta
gaveta. El resultado de este
procedimiento cosmético se ve aquí.
En las fotos se ve bien, pero al verlo de cerca, el wash no quedaba tan bien. Después de una noche de dormir para refrescar la cabeza, se me ocurrió aplicar la técnica del stencil con encaje. Consiste en utilizar una tela de encaje como plantilla y pintar su diseño con un color contrastante sobre un objeto. En e-How se explica mejor esta técnica. Por lo que pueden revisar el siguiente link: http://www.ehow.com/how_2362678_use-lace-as-paint-stencil.html Así que tomé un trozo de encaje y una lata de spray Krilon dorado que ya tenía y pinté la gaveta blanca.
Este look favorece mas a Frankie. A la gaveta superior se le colocó un tinte color caoba, y a la inferior tinte color nogal oscuro. En mi celular no se nota la diferencia. Para terminar, se pintaron las puntas de las patas con pintura Liquid Leaf en color dorado profundo.
Como el sobre superior corresponde a una extensión de mesa de comedor, para ocultar los agujeros donde se fijaba a su mueble anterior, le pegue unas finas tiras de madera de balsa a la que pinte con Liquid Leaf. Y así luce Frankie
actualmente.
Los tiradores son los
originales de las gavetas, a los que solo le di una mano de Liquid Leaf para los de las
gavetas superior e inferior, y de pintura spray dorada para los del medio. Para finalizar, se le dio una mano de barniz
satinado de la línea Chalk Paint de Deco Art, y en las gavetas teñidas, se utilizò Wipe Poly de Minwax. El acabado original del sobre estaba intacto y hermoso, por lo que solo se le dio una limpieza con Magic Eraser.
Y de las profundidades de
un taller, tenemos a Frankie, construido con partes de diferentes muebles
desaparecidos, tal como su homologo Frankenstein, quien tendrá una nueva vida
en mi casa como gavetero de ropa de cama y toallas. ¡Está vivo!
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